Junior quedó eliminado de la Copa Sudamericana,  una vez más, la noche de este miércoles al ganar 1-0 a Libertad en el estadio Defensores del Chaco, donde no pudo librarse del peso de los cuatro goles recibidos en casa y además falló un tiro penal en los botines de Cristian Martínez Borja, para dejar la serie 4-4 y salir del torneo por goles de visita. 

Acosado por la necesidad de marcar dos goles, pero evidentemente metido en problemas por sus malas presentaciones en defensa, Luis Amaranto Perea se vio obligado a meter la mano con rigor a la formación inicialista de su equipo, esperando poder mantener el cero y que en un golpe de suerte, pudiera descontar en el marcador. 

Dejó en la banca al lateral izquierdo Gabriel Fuentes y se inclinó por jugar con tres centrales, dando la oportunidad de regresar a jugar a Willer Ditta y Dany Rosero. Adicionalmente dejó como volantes por las bandas a Walmer Pacheco y Freddy Hinstroza. 

Arriba, todo el poder ofensivo estaba concentrado en Fabián Sambueza, Marlon Piedrahita -ahora reconvertido en extremo- y Cristian Martínez Borja que sumó su primera titularidad en el equipo. 

El desarrollo del partido fue todo lo que le benefició a Libertad, que ganando la serie 4-3, no tenía que pisar el acelerador y con mantener su arco seguro le era suficiente. 

En tanto, Junior avanzaba como podía, algunos chispazos y escaramuzas que nunca pusieron realmente en aprietos al conjunto gumarelo. El lado menos malo del tema, fue que en el arco de Sebastián Viera reinó mayormente la tranquilidad, sin siquiera tener que ensuciar su uniforme. 

La gran novedad en la primera mitad se dio a los 39 minutos cuando un improductivo Fabián Sambueza se tuvo que retirar de la cancha, para darle su lugar al venezolano Luis ‘Cariaco’ González, un refresco obligado para la parte ofensiva que pareció darle algunas revoluciones de más a la maquinaría. 

En los últimos minutos ‘Cariaco’ lanzó en dos oportunidades a las manos del portero Martín Silva, quien sin sobresaltos fue solvente para conjurar el peligro en los tiros del venezolano. 
Sin embargo no alcanzó para comenzar a revertir la situación en la primera mitad y con el tanteador sin ninguna modificación, ambos elencos se fueron al descanso para dejar la resolución de la llave en los 45 minutos finales. 

Luis Amaranto Perea, en problemas acentuados por la falta de minutos en el reloj, no se atrevió a modificar más su equipo en el descanso y esperó lo mejor para el complemento en el Defensores del Chaco. 

La segunda mitad arrancó con un regalo milagroso, en una jugada casi que fuera del contexto del partido, en un pelotazo para Freddy Hinestroza que controló en el área y fue derribado por un sutil contacto de un defensor, para un penal señalado por el central uruguayo Andrés Matonte. 

Frente a la pelota se ubicó Martínez Borja que en medio evidentes dudas remató al palo de la izquierda del arquero, hasta donde llegó el portero Silva para rasguñar el balón y estrellarlo contra el poste, dejando la paridad sin goles en el marcador. 

Junior entró en un bache donde no pudo generar gran cosa hasta los 84 minutos, cuando Hinestroza se descolgó nuevamente y en el mano a mano contra el arquero su disparo se fue por encima, tras un desvío en el portero. 

A tres minutos del final llegó lo que tanto esperaba Perea, un destello individual para clarificar el camino, que llegó en un zapatazo desde fuera del área de ‘Cariaco’ que venció al portero para poner ganador al conjunto barranquillero y necesitado un tanto más para avanzar. 

Los rojiblancos cargaron con todo sobre el arco guaraní en los minutos finales y un tiro libre de Viera que le llegó a la cabeza de Carmelo Valencia fue la última esperanza, pero el tiro se fue desviado por un costado dejando eliminado al elenco de Perea. 

Con esto, Luis Amaranto sumó la séptima eliminación en línea del equipo. Esta vez, condenado por los imperdonables errores cometidos en Barranquilla y ante la nula capacidad de su ‘9’ Martínez Borja para definir una penal que los hubiera dejado vivos y con tiempo por delante. 

Así mismo, fue la primera victoria del semestre, que en el fondo sirvió para poco. Un triunfo pírrico.  

Ahora se medirá el domingo ante el Envigado, en el regreso de la hinchada al estadio, donde 9.100 espectadores le harán sentir el rigor del juego de su equipo y le señalarán con vehemencia las cosas que no les gusten.